En las afueras de la sala Luz de Gas de la ciudad condal, una cola kilométrica esperaba impaciente su reencuentro con el cantante vasco, que había hecho sold out. Los viandantes que transitaban por la calle Muntaner se paraban para observar el desfile. Una mujer, que rondaba los 50 años, les preguntó a las chicas qué pasaba. Ellas, felices, le respondieron que cantaba Álex Ubago. “Ah, pues así sí que vale la pena tanta cola”, remató la mujer… ¡Vaya si valió la pena!
20 años de carrera se resumieron en un corto, pero intenso, vídeo que abrió la noche del 1 de junio. La música, las vivencias y las experiencias inolvidables, a título de “Álex Ubago. 20 años”, fueron las teloneras del cantante vasco. La nostalgia de dicha píldora audiovisual ya arrancó las aclamaciones de los espectadores, pero su entrada triunfal, secundada por la banda que le ha estado acompañando los últimos años, desató la euforia de los presentes.

‘¿Qué pides tú?’ fue la canción elegida para que los fans empezaran a cantar, y hasta a gritar, sus temas más icónicos. El público parecía una extensión más de la voz del cantante, que, acompañado por su guitarra, se dejó el alma en cada una de las canciones.
La fenomenal acústica de la sala, de estética altamente refinada, propició la creación de una atmósfera envolvente en todos los sentidos. Aquella energía propia del directo, que se perdió un tiempo por la pandemia, recorrió cada ínfimo espacio de una Luz de Gas en la que no cabía ni un alfiler más.

La voz de Ubago, a modo de monólogo, también sirvió para recordar momentos, expresar emociones y dedicar canciones. Sus padres estuvieron muy presentes en la sala, ya que se refirió a sus inicios y a sus primeros espectadores. Recordó su recorrido: de su habitación y del salón de casa a la radio, a los escenarios españoles y latinoamericanos.
También habló del destino, de las casualidades y de la magia de la intimidad, que alcanzó tocando en diversas ocasiones desde el piano. Incluso pidió silencio para atreverse a cantar totalmente a capella. A pesar de los primeros intentos fallidos, por la dificultad de callar a un público tan entregado, lo consiguió. Su voz retronó en el silencio de una sala llena de almas que susurraban sus versos.

Y pasaron del silencio más absoluto a los gritos más apasionados cuando se decidieron a tocar las tres últimas canciones. Los temas más exitosos se hicieron esperar tanto que incluso amagaron con la despedida, pero llegaron, como de costumbre.
‘A gritos de esperanza’, cantada a capella, ‘Dame tu aire’ y ‘Sin miedo a nada’ cerraron la noche en Barcelona y el tercer capítulo de su gira de aniversario por España y de presentación de su nuevo disco. Y es que sus 20 años en el mundo de la música también vienen acompañados de una regrabación de sus canciones más queridas y eternas.
