Arde Bogotá, los cuatro cowboys que cabalgan hacia su salvación

Fuente: Sony Music Spain
Fuente: Sony Music Spain
Arde Bogotá estrena su esperado 'Cowboys de la A3', el álbum con el que se consolidan como referente rock y que nos guía a través de un viaje inolvidable. Lo analizamos a continuación.

Tras el éxito de ‘La Noche’, su primer trabajo discográfico, la banda murciana publica ‘Cowboys de la A3’, el nuevo y esperado álbum que promete hacernos viajar y emocionarnos desde el primer acorde y con el que la banda se consolida como una de las mejores bandas de rock de nuestro país. 

Este nuevo trabajo se sumerge en el rock más clásico, pero Arde Bogotá evolucionan hacia un sonido más salvaje con el que no van a dejar indiferente a nadie. Se notan las horas de furgoneta, las salas recorridas y los festivales que llevan a sus espaldas, porque en este disco ganan madurez, pero, eso sí, lo hacen sin perder ni una gota de esa esencia que los hace tan especiales. 

El viaje de los de Cartagena inicia por todo lo alto, y es que ‘Los Perros’ pone el listón alto, suena canalla y rompedora a la vez y presenta el nuevo sonido que iremos descubriendo a medida que avancemos por el álbum. Los conciertos van a ser el lugar perfecto para corear a viva voz las memorables ‘Nuestros Pecados’ y ‘Clávame tus palabras’, bajaremos pulsaciones con la esperada balada ‘Copilotos’ y volveremos a saltar y a gritar con ‘Besos y Animales’, que desde el primer segundo deja claras sus intenciones.

Las referencias a los jóvenes, a esa generación que va a hacer este disco muy suyo, llegan en ‘Todos mis amigos están tristes’, pero no acaban aquí, ya que el horóscopo también hace acto de presencia en la sublime ‘Escorpio y Sagitario’, y viajaremos a un hotel perdido en el paraíso manchego de la mano de la especial ‘Flor de la Mancha’.

“Tiene que haber una salida para tanto dolor, y ahora sé que la salvación estaba dentro de un beso”

Viajamos a través del nuevo sonido de Arde Bogotá y lo hacemos dejándonos la garganta y también las emociones, esas que rompen cuando escuchamos el último corte del disco. ‘La Salvación’ llega como un grito de esperanza y libertad, como una lágrima ahogada que se libera cuando el silencio hace acto de presencia y los 4:23 que dura el tema, acaban para dejar paso a la emoción de haber escuchado la que es sin duda la mejor canción de esta banda que no para de crecer y que, estoy segura, que nunca va a tocar techo.

Cuando las cosas se hacen de verdad y te dejas el corazón y la piel se nota, y salen obras maestras como esta. Un disco que va a perdurar en nuestra memoria para siempre y en el que las letras se clavan como puñales en nuestra alma, indicándonos esa salida que debemos tomar cuando el dolor aparece en nuestras vidas.

Larga vida a Arde Bogotá. Con ellos, el rock está en buenas manos.