Elisa vuelve con El Evangelio después del éxito de Vozvieja, una novela que atrapa como insecto en telaraña. Es un libro que te hará recordar si eres de los que vivió la etapa en la que España tenía crucifijos encima de los cabeceros de la cama y había casi tantos niños en colegios públicos como en colegios donde el alma pura de los críos se buscaba insistentemente incluso en los castigos más crueles. Es una prosa que te lleva al terror, al miedo de una niña a sí misma, a no querer vivir, al pánico de los deseos ajenos. Elisa se cuela por lugares oscuros en los que muy pocos se atreven a meterse; espacios dolorosos y placenteros al mismo tiempo; malsanos. Nos habla de Andalucía, de las penurias de una pobre universitaria, de los recuerdos, la amistad incondicional, de la forma de domar los instintos que nos hacen salvajes, de la infancia… La existencia de Dios se puede ver en cualquier mirada, no hace falta ir a buscarlo entre unos muros.

Lali es la protagonista de El Evangelio, una chica de veinte años que debe hacer sus prácticas de magisterio en un colegio católico mientras trabaja también en Telepizza. La relación con su madre, su tío enfermo, la atracción del sexo, la venganza… Es rebelde e inconformista. Un espíritu que quiere huir de su cuerpo, que teme la muerte de la niña que aún hay dentro. Elisa demuestra que sus palabras conectan con ese pasado que otra generación vivió. Su escritura cala y te deja frío como la ola de mar que cubre el cuerpo seco. Hay un abismo entre cómo somos y cómo nos mostramos al mundo, ¿el instinto puede cubrirse para siempre? ¿Y, si renunciamos al instinto, qué nos queda de nosotros? Su protagonista, como cualquiera que vive, no está ilesa.
El Evangelio es a la vez la vergüenza y la lucha contra uno mismo y a la vez las ganas de seguir descubriéndose y vivir libre en la explosión que tiene el cuerpo cuando la adrenalina lo invade. Crítica singular que arremete contra los mensajes “políticamente correctos”. Elisa es una escritora valiente, con personalidad, y hace que la protagonista sea aún más real al convertirla en un ser contradictorio. Hay humor y hay drama, además de una provocación que engancha a la lectura. Es una novela que si aun no habéis leído os recomiendo hacerlo y descubrir la “palabra de Elisa, santificado sea su libro”.
