Entrevista. Chica Paracaídas: “Dentro del mundo de la poesía, sobre todo, se respira muchísimo ego y no se sabe realmente qué es poesía”

Chica Paracaídas Yugen
Fuente: Joan Sánchez
Una entrevista a Chica Paraídas diferente y divertida, donde descubres nuevos proyectos, detalles de su libro, y a ella en su forma más íntima.

Verónica (1993), que se ha dado a conocer como Chica Paracaídas, plasma en cada texto que escribe una parte de sí misma para que todos podamos sentirnos un poco de ella. Tiene un poemario publicado: Yūgen. Además, comparte un micro abierto en su Instagram para que otros autores tengan un espacio seguro para su voz.

Portada Yugen | Fuente : @chicaparacaidas

P: Vero, has publicado un poemario que se llama Yūgen. ¿Qué destacarías de él?

R: Yo siempre digo que de casi doscientas páginas que tiene, realmente la parte fuerte es el final, pero porque resalta el espíritu de supervivencia que refleja todo el libro. Entonces, me quedaría únicamente con eso, con la última parte o con el poso que deja, que es como una reconstrucción, un crecimiento a nivel emocional, que al final es lo más importante de todo: quedarte con la lección.

P: Tus poemas no tienen título, ¿por qué?

R: Porque yo considero que las emociones no se pueden titular de ninguna manera. Si lo hiciera, las estaría acotando a algo muy pequeñito.

P: Dijiste en Instagram que lo que dolía, sanaría y salvaría a partes iguales; ahora que ha pasado un tiempo ¿crees que Yūgen te ha sanado?

R: Muchísimo. Yo creo que no sería la persona que soy hoy si nunca me hubiera transcrito de esa manera. No concibo a Verónica sin Yūgen, somos como un paquete.

P: En Yūgen hay un amor diferente al que suele encontrar en los poemarios, que es el de los animales. ¿Qué es el amor para ti?

R: A ver, el amor como tal es un concepto muy abstracto. Quiero decir, el amor yo lo encuentro en mis amistades, lo encuentro en mi perro cada día cada vez que me mira, lo encuentro en mi pareja, en mi familia… Creo que el amor son pequeños gestos que están en absolutamente todo y que reducirlo únicamente al amor de pareja es simplificarlo muchísimo. O sea, no lo disfrutamos como tal, y si tengo que hablar de un amor verdadero, incondicional y puro siempre voy a hablar del amor de los animales por encima de los seres humanos.

P: @littlemonstermike nos pregunta por Instagram: ¿qué sentiste cuando terminaste de escribir Yūgen?

R: Me sentí extraña porque fue un viaje de tres años. No lo escribí en un periodo muy corto en el que tienes las sensaciones concentradas y te revuelven, es distinto. Al haber sido tanto tiempo en el que he experimentado muchas, muchas emociones, cuando acabé fue como “Dios mío ¿quién soy?”. O sea, de la persona que empezó esto a la persona que lo acabó, ¿quién soy? Fue una sensación muy bonita, pero muy extraña.

P: @_fernandogarciamagdalena_ nos pregunta por Instagram: ¿el cuadrado del final de tu libro qué significa?

R: (Risas) Es curioso porque es una cosa que no he publicado en ninguna parte. Una persona que leyó el libro lo puso porque lo rellenó, pero de forma digital, y aquel libro no era suyo. Yo lo que hice con eso fue que el último poema, realmente, no es un poema. Es una cajita en blanco donde la persona que lo está leyendo puede escribir qué ha sentido o qué ha sido realmente para él. Es una manera de que no sea solo mío sino vuestro.

P: ¿Cuál es tu primer recuerdo escribiendo?

R: Escribiendo así, en plan… Buff… No sabría decirte. Hace muchísimos años de eso. Realmente, a nivel público sí que recuerdo cuándo fue. Fue cuando falleció mi bisabuela. Tuve la necesidad intrínseca de decir “Todo lo que hasta ahora solo sabía ella, ahora tiene que conocerlo el mundo”.

P: Para quien no lo sepa, Vero organiza un micro abierto que se llama Comp(arte) en Instagram los domingos. ¿Cómo se te ocurre la idea de crear el micro abierto en Instagram?

R: Bueno. Es un poco random, no es nada profesional. Cuando empecé a hacer directos en Instagram -tardé muchísimos años porque me daba muchísima vergüenza; yo tenía muchísima ansiedad social, entonces, incluso una cámara de un móvil me producía esa ansiedad-, empecé a hacerlos yo sola y no me gustaba. Me sentía que no eran solo para mí. Un día estaba en casa tranquilamente y se me ocurrió; dije “En este espacio, que, como sabemos, las redes sociales cada vez nos limitan más, voy a darle la oportunidad a los demás de que se sientan como me siento yo haciendo lo que más me gusta”. A raíz de ahí hice la prueba, fue bien y cuando me di cuenta estaba todas las semanas con vosotros como una pequeña familia.

P: ¿Qué te aporta a ti Comp(arte)? ¿Y crees que aporta a los demás?

R: Esto es una cosa que siempre he dicho. Yo me he llegado a emocionar muchísimo cuando he visto la acogida que ha tenido. Cuando la gente después de participar me escribe diciéndome “muchísimas gracias por esto”, “gracias a esto me he subido a un escenario”, “gracias a esto me he empezado a grabar”; para mí eso es como un chute de autoestima y una adrenalina que digo “Madre mía de mi vida, si supierais que yo esto lo hago por mi propia autoestima y para crecer yo y a la vez os estoy ayudando a vosotros, me siento completamente realizada”. Vamos, no tengo palabras, siempre lo voy a decir. A ver, habrá a quien le aporte algo negativamente. De momento no me ha llegado nada, lo que me dice todo el mundo es eso, que les ayuda a romper el miedo. Ese miedo escénico de qué me van a decir, cómo me van a juzgar se rompe por completo.

P: Vale. Esto es lo bueno de las redes, pero ¿qué es para ti lo peor de las redes?

R: Existe muchísima toxicidad en las redes, porque, al final, dentro del mundo de la poesía, sobre todo, se respira muchísimo ego y no se sabe realmente qué es poesía actualmente. Yo veo el hashtag de poesía y pueden ser dos palabras como pueden ser cinco párrafos. No juzgo a nadie. Cada uno se expresa como quiere, pero es cierto que ciertos perfiles consumen una palabra o hacen que la poesía se reduzca únicamente a eso. La gente que escribe de otro modo no se siente tan apoyada ni tan acogida dentro de cualquier aplicación y llega un momento en el que te cansas. Yo estuve un año y medio fuera de redes porque me llegó a consumir mentalmente muchísimo, era como “Estoy aquí, pero no estoy aquí, y ya estoy haciendo las cosas por el resto y no por mí”. Es un arma que, sabiendo gestionarla muy bien, es maravillosa; pero, cuando no, es muy, muy, muy peligrosa y hay de todo.

P: También queremos saber sobre tus proyectos futuros y alguna curiosidad sobre ti. ¿Tienes pensado escribir otro género diferente a la poesía algún día?

R: Me da mucho vértigo. Siempre he sido una persona que me ha llamado muchísimo el tema de la novela, me encantaría poder escribir una novela en un futuro. No es un proyecto que tenga en mente, no puedo prometer que lo vaya a hacer porque me da muchísimo, muchísimo vértigo. Diré que es por el hecho de que no sé redactar. Yo tengo un estilo a la hora de escribir, que no es que sea un estilo, es que pienso así. Entonces, a la hora de redactar, yo puedo querer decir muchas cosas, pero termina sonando como una novela semipoética, extraña. Es un reto que tengo y que puede que en un futuro sí que lo haga realidad, pero de momento no.

P: ¿Algún proyecto que vaya a ver la luz?

R: Estoy equipándome. Esto es una cosa que no he contado públicamente, así que es la primera vez que lo voy a decir. Estoy equipándome un poquito porque quiero empezar a trabajar en el audiolibro de Yūgen y, paralelamente a ello, quiero hacer un podcast. Todavía no sé qué voy a abordar, pero quiero hacerlo.

P: @lumerakii nos pregunta por instagram: ¿por qué empezaste a compartir lo que escribías de manera anónima?

R: Por vergüenza, que yo creo que es la excusa que tienen todos los autores. El anonimato te da mucha seguridad, es como que no da lugar a prejuicios, a juicios de personas de tu alrededor. Yo realmente era pura inseguridad y falta de autoestima. La gente de mi alrededor no puede estar más orgullosa, pero, para mí, la escritura era algo que tenía que esconder, era una parte de mí muy sensible, muy rota quizás, y era como “Si pongo mi nombre, la gente no va a juzgarlo por lo que escribo sino por lo que ven, por lo que yo soy”, y no me gustaba eso. Precisamente, a día de hoy no muestro muchas veces mi rostro, no muestro nada mío físico. La gente, si realmente quiere estar ahí, quiero que este ahí por lo que escribo.

P: @lgr.poesia nos pregunta por Instagram: ¿qué texto fue el más difícil de escribir?

R: Hay un texto que está dentro del libro, que es de los primeros, es como una carta a mí misma. Fue como una transposición de verte a ti misma desnuda frente al espejo y tener que decirte quién eres. Para mí fue el más duro, porque estaba en un momento de mi vida todavía en el que no me aceptaba y no me quería lo suficiente. Tuve que escribirlo todo como si fuera la parte sana frente a la parte rota. Acabé ese texto llorando, fue muy, muy duro.

P: @rectoaladerecha nos pregunta por instagram: si pudieras cerrar los ojos y transportarte a un recuerdo, ¿cuál sería?

R: Sin duda alguna, es un recuerdo muy familiar, pero me iría al salón de casa de mi bisabuela, que ya no está conmigo, y me sentaría en el suelo como cualquier domingo a contarle cómo me siento y a leerle lo que escribía, y que me hiciera ver la vida de otra manera. Siempre volvería a eso.

P: ¿Qué palabras han marcado tu vida?

R: Palabras, como tal, te diría que a día de hoy tengo dos que serían recuperación y supervivencia, van como muy de la mano. Hace unos años te hubiera dicho cualquier otra cosa, te hubiera dicho algo más oscuro, pero a día de hoy son las que definen mi camino, ya no solo frente al mundo sino hacia mí misma.

Dedicatoria | Fuente:@chicaparacaidas

P: Y vamos a finalizar con una serie de preguntas rápidas. ¿Prefieres pecar de intensa o perder algo por inexpresiva?

R: Pecar de intensa siempre.

P: Tu biblioteca está en llamas, ¿qué libro salvas?

R: Herido diario, de Rayden.

P: Una manía de escritora

R: Necesito silencio total.

P: ¿Qué es más peligroso la censura o la autocensura?

R: La autocensura.

P: ¿Improvisación o planificación?

R: La planificación siempre.

P: Entre tanta velocidad, ¿hay veces que sientes un poco de vértigo?

R: ¿Quién no? Si, muchísimas veces. Cuando más feliz me he sentido es cuando más vértigo he sentido.

P: Si pudieras elegir a cualquier persona del mundo para invitarla a cenar, ¿a quién sería?

R: A Avril Lavigne, me encantaría preguntarle muchísimas cosas.

P: ¿El nombre más absurdo de un grupo de whatssap en el que estés metida?

R: Soy escritora y esto va a quedar fatal, pero Putas por literato.

P: Un tema que te avergüence saber muy poco.

R: Me encantaría saber muchísimo más de lo que sé de historia del arte, porque hay cosas que soy una cateta. De historia del arte, como pintura.

P: ¿Lo que más valoras en la vida?

R: La salud y la familia, que también van de la mano.

P: Canción que te gustaría que sonara en tu funeral.

R: Una canción que me defina. ‘I’m with you’, de Avril Lavigne.