Eunice Sánchez es una joven poeta de 24 años que escribe desde que tiene uso de razón. Nacida en Villena, estudia Trabajo Social en Valencia y compagina los estudios con su pasión por el arte. Ahora, gracias a la editorial Autografía, va a llevar su poesía un paso más allá con su inminente proyecto: Sonidos de un latido habituado al frío. La poetisa se mostró abierta al debate, amante febril de lo que hace y con una ilusión digna de quien habla de algo que le apasiona.
Abrió la entrevista anunciando que su opera prima saldrá “en dos o tres semanitas”, aunque no pudo ofrecer ninguna fecha determinada porque, aseguró, depende de “lo rápido que vaya la imprenta”. Aun así, sobre la preventa que lleva unas semanas activa en la web de Autografía, se mostró contenta y optimista. “No me esperaba que fuera a ir como está yendo”, confesó, agradecida.
El nacimiento de Sonidos de un latido habituado al frío
La poetisa confesó que “nunca había tenido un proyecto así” y que la propuesta la pilló “un poco verde”. “Nunca había pensado en publicar nada de lo que tenía. Es una idea que estaba en mi cabeza, pero nunca la había visualizado”, confesó. Sin embargo, la acogida que daba la gente a los poemas que iba subiendo, así como el apoyo de su amiga, la motivaron a buscar: “Buscando sitios donde publicarlo, donde podía moverlo, di con la editorial Autografía”. “Me di cuenta de que lo llevaban un grupo de personas jóvenes, que publicaban mucho, que daban muchas oportunidades a gente que acababa de empezar y dije… Bueno, ¿por qué no pruebo?“, contó. Además, Eunice explicó que el proceso fue muy rápido porque la llamaron en seguida, interesados en su trabajo.

¿Quién es Eunice?
La artista intentó definirse a través de sus poemas: “Mis poemas reflejan lo que yo siento en momentos decisivos. […] Yo nunca me he sentado a escribir por escribir”. En su próximo libro, Eunice aseguró tener poemas que escribió con 15 años -ahora tiene 24- y haber traducido en poemas desde la nostalgia hasta el amor, pasando por el desamor, las despedidas, el ego e incluso la pandemia. “Soy yo en estado puro, son mis sentimientos”, prometió, añadiendo que solo sabe sentarse a escribir cuando vive emociones muy fuertes. Hablando sobre su yo de 15 años, que escribía por mera afición, Eunice aseguró que incluir un poema de aquellos tiempos “fue algo sentimental”.
La poesía y su poder social
“Creo que la poesía es un canal súper potente, ya no solo para transmitir cualquier tipo de sentimiento. […] Creo que, con los problemas sociales, la concienciación, es un medio que podría ser súper potente”, confesaba la poetisa. Acorde con esto, Eunice contó que Miguel Hernández “marcó un antes y un después” en su vida poética, así como Gata Cattana, a la que dedica su libro: “Ya no es solo que me enamore su forma de escribir, su forma de ver el mundo, sino que además me sentía entendida cuando la leía, cuando la escuchaba“.
El nombre y la portada
Nada en la poesía es literal. Tampoco lo es Sonidos de un latido habituado al frío: “Para mí, el frío representa el vacío que deja una ausencia, […] todos esos sentimientos que a nadie nos gusta sentir, pero que son necesarios para aprender”. Sin embargo, el poemario no recae en el pesimismo, y Eunice aseguró que “siempre hay un sonido que nos hace tirar para adelante, unos latidos de esperanza que te dicen “Venga, espabila” “.
Sobre la portada, que calificó de “minimalista”, Eunice aseguró que fue la editorial la que la diseñó, pero que formó parte del proceso creativo, así como con la elección del color, que confesó fue elección de Autografía, después de que ella pusiera como único requisito que fuesen “tonos claros, tonos solemnes”.

El interior de Sonidos de un latido habituado al frío
Aunque Autografía se encargó de la maquetación y de algunos ajustes, Eunice se mostró satisfecha con la gran libertad que le ofrecieron a la hora de crear su libro: “Era una de las cosas de las que tenía bastante miedo, tengo que reconocer, […] porque tampoco quería sacar algo que no estuviera acorde con mi esencia, con el mensaje que quería que diera el libro“. Concluyó añadiendo lo feliz que está con el resultado y con el trabajo mano a mano con su ahora editorial.
La poetisa añadió también que el libro no está dividido en capítulos, aunque “hay tres poemas que forman parte de una unidad, como una triada”. Tampoco tienen ningún tipo de orden los poemas, a excepción de los tres mencionados anteriormente y el que pone punto final a Sonidos de un latido habituado al frío.
La intimidad poética
Eunice confesó que le dio “vértigo” el pensar que todos aquellos poemas que había tenido guardados, además de aquellos con los que a veces incluso había sido “recelosa con cuáles enseñar y cuáles no”, fuesen a salir a la luz. Añadió también que sus poemas “son muy claros”, y que se desnuda en ellos ante cualquier persona que abra el libro. “Vamos con todo, y que pase lo que tenga que pasar. Esta soy yo, y es lo que hay“, confesó, aunque prometió que intenta no pensarlo mucho. Sin embargo, matizó también que, para ella, “la poesía son sentimientos. ¿Y qué pasa con los sentimientos? Que vienen y van”.
¿Qué es la poesía?
“Para mí [la poesía] ha sido el lenguaje: es el lenguaje de las emociones, el lenguaje de todo aquello que uno quiere decir, pero no lo puede decir”, confesó, añadiendo que, para ella, también ha sido cura. Eunice, además, se desvinculó de la corriente poética del pesimismo ilustrado, del autosabotaje que muchos poetas ejercen para encontrar la inspiración, aunque aseguró que es cuando está triste cuando escribe sus mejores poemas.
La presentación de Sonidos de un latido habituado al frío
Eunice explicó que “está ya todo en trámite” para el estreno de su libro en la biblioteca pública de Villena, su tierra natal, que “encima es la Biblioteca Miguel Hernández”, dejó caer con una sonrisa. Asimismo, para todos aquellos que no puedan acudir a la ciudad alicantina, Eunice ha preparado una presentación on-line para el próximo 24 de marzo.
La artista acabó la entrevista agradeciendo el espacio y definiendo su trabajo, Sonidos de un latido habituado al frío, con tres palabras: transparente, libre y esperanzador.