Fredi Leis, natural de Galicia, es un cantautor de los de manual: de los del día triste y la letra profunda. Inseparable del piano desde pequeño -que aprendió a tocar de forma autodidacta-, en 2015 publicó su primer trabajo discográfico: ‘Días Grandes’, su primer EP, de la mano de Sin Anestesia, de RLM. Años más tarde, en 2018, estrenó su primer LP, ‘Neón’, que lo llevó a girar por toda España y a hacerse más conocido en el panorama musical español.
Desde entonces, Fredi ha ido sacando sencillos como ‘La Faraona’ o ‘Nivel Experta’, de los cuales algunos han acabado formando parte de su último estreno, su último proyecto: ‘Temas Privados’. Con motivo de este estreno, en Arritmo tuvimos la oportunidad de charlar con él el pasado 20 de mayo, día de lanzamiento del disco, para recorrer esos temas tan íntimos y hablar sobre música, verdad y trabajo.
P: Bueno, Fredi, bienvenido a Arritmo. Aunque, más bien, bienvenidos nosotros aquí, a estas nuevas instalaciones de Warner. ¿Cómo estás? ¿Qué tal la promo?
R: Pues la verdad es que muy feliz. O sea, muy ilusionado con poder estar ya haciendo entrevistas de este disco nuevo y… Muy bien. He notado como que he soltado presión desde ayer a las 12 de la noche. Vale, el disco ya está, yo ya no puedo hacer nada, no puedo cambiarlo. O sea, es así.
P: Pero ¿cambiarías algo del disco?
R: Yo creo que, en mi caso, a la hora de componer y de grabar y demás, sería infinito… Salen los discos y salen las canciones porque hay una fecha en la que hay que publicarlos; pero, si no, seguiría dándoles vueltas a las mezclas o a los másters… Pero estoy súper contento con el resultado final del disco, por supuesto.
P: Bueno, eso siempre es lo importante, al final, que saques algo que te identifique, ¿no?
R: Sí. En mi caso, además, el propio título lo dice. Son diez temas privados que están recopilados en 37 minutos y, probablemente, son los 37 minutos más sinceros de mi vida hasta el momento que yo he contado abiertamente. Creo que era mi obligación, como persona que se dedica a la música y a tratar de transmitir algo, una historia, abrirme en canal y que cualquier persona que escuchase estas diez canciones sintiese algo o sintiese que le estaban contando algo de verdad. Y creo que se ha conseguido.
P: Por supuesto que sí, pero justo sobre eso te quería preguntar. Que, al final, yo soy un oyente, pero soy alguien desconocido, y el propio título lo dice: son temas privados, que no le contarías a cualquier persona. ¿No te da un poco de cosa abrirte así ante la gente?
R: Eh… Pues te diría que no. En una conversación, jamás. O sea, no sería capaz de contarle esto a nadie. A nadie. Cualquiera de las cosas que puedo contar en estas canciones. Pero es como que tengo, como oyente, de cara a otros artistas o a otras disciplinas, demasiado -demasiado no, porque puede sonar peyorativo-, muchísimo respeto por el arte en sí. Hablo de ir al cine, ir a ver una película que me encante, un director, una obra de arte, leer un libro espectacular o escuchar música de otros artistas. Con lo cual, creo que debo entregarme cien por cien a ello, y que eso va a hacer mejor lo que quiero transmitir. Entonces, es como se dice, por amor al arte. Es que hay eso. Realmente, para que una cosa transmita y esté bien hecha debe contener esa parte de verdad, esa parte de abrirte en canal, esa parte auténtica de las cosas. Y, de hecho, yo creo que lo vemos todos. Cuando, a lo mejor, algún vídeo que vemos en televisión, que nos impacta, que sea una cámara oculta y tal… Funciona porque hay autenticidad, porque alguien está reaccionando a algo que no sabe, o que esa persona no está sabiendo que lo están grabando. Esa reacción, esa sorpresa, esa cosa de verdad es lo que funciona. Por eso, yo trato de hacer mis canciones sin tener en cuenta que alguien luego las va a escuchar y se va a enterar de lo que estoy contando.

P: Justo, hablando sobre esto, el mayor punto de verdad es que compongas tus propias canciones. Pero, en el proceso de composición del disco, ¿te ha ayudado alguien, has compuesto con alguien o lo has hecho tú solo?
R: Lo he hecho todo yo solo. No es porque no quiera componer con otra persona, que me encantaría; es porque no soy capaz.
P: ¿No?
R: No soy capaz. Que a lo mejor algún día lo consigo y de repente me junto con alguien y salen canciones muy bonitas. Pero claro, en este caso veía este proceso de composición algo tan sumamente personal y un proceso de hablar tanto de mí que ¿cómo le explico yo a otra persona “Mira, yo quiero contar esto”? Es complicado decir lo que estaba sintiendo yo en ese momento. Entonces, creo que esa era mi responsabilidad, que tenía que afrontar el 100% de las letras y de las melodías de este disco. Luego ya sí que, juntarme en este caso con Paco Salazar y Nacho Mur, que, en la parte de producción, a mi lado han hecho un trabajo espectacular. O sea, me han abierto puertas que yo necesitaba abrir y estoy súper agradecido con ellos. Pero, lo que es la parte de componer, creo que he debido yo, para bien o para mal, enfrentarme a ello solo.
P: Para bien, para bien. Justo, hablando de esto, en el disco se escuchan más sonidos nuevos, como más experimentación. Por ejemplo, el disco, como bien dijiste en Instagram, lo abre un bolero, y todos los temas tienen un toque -aunque sea una percusión, algún ritmo- inspirado en la música latina, tal… ¿Qué te ha aportado este proceso de experimentación con nuevos sonidos?
R: Pues me ha permitido ser libre. O sea, hemos llegado, por ejemplo, a abrir el disco con canciones un poquito más de sonido un poquito más clásico, como es el caso de ‘Anoche seguías brillando’ y, de segunda, ‘Pokhara’, que tiene mucho más hacia el folklore. Incluso tiene tintes de canción de la costa italiana al final: como una mandolina, un serrucho, violines… Cuando la empezamos a producir, yo tenía claro que me la imaginaba sonando en la costa italiana, en el pueblo de Positano, que es un pueblo súper bonito. Y me he dejado llevar un poco por esos impulsos, pero también creo que hay tintes de otros géneros que me gustan más. En canciones como ‘La Novena’ o ‘Déja Vú’, que son canciones que a lo mejor tienen más sonidos que tiran hacia el brit-pop de los 2000 y que también a mí me gustan mucho… Yo qué sé. Los inicios de Coldplay, de Take That, Stereophonics… Grupos que, cuando yo era un adolescente, me molaban y me inspiraban.
P: Bueno, de eso tampoco hace tanto, ¿eh?
R: [Risas] Bueno, pero, quiero decir, que ese boom cuando salieron a mí me impactaron mucho. Entonces, creo que se refleja un poco eso. Y, sobre todo, que es un disco que no se ha compuesto en un periodo de un mes: es un disco que tiene mucho corrido, que se ha compuesto durante dos años y, entonces, también se nota.
P: Claro, porque desde ‘Neón’ hasta este disco, hasta ‘Temas Privados’, ha pasado bastante tiempo. ¿No te ha dado cosa dejar tanto espacio entre un disco y otro?
R: Em… Sí pero no, porque hay un punto que no está en mis manos, que era el punto de la pandemia. Realmente son dos años que, si no hubiese existido una pandemia, el disco hubiese salido a lo mejor a finales de 2020 o principios del año pasado, y las canciones hubiesen sido otras. Tengo muchas canciones que se han quedado fuera de este disco porque me pareció un disco que debía ser compuesto expresamente en el periodo de estos dos últimos años. Creo que debían reflejar cómo era yo y una fotografía de lo que estoy siendo yo a día de hoy. Entonces, dejar en este disco canciones compuestas en 2018/2019 a mí me parecía como engañarme un poquito a mí mismo y, por consiguiente, también al público que estaba escuchando porque no estaba siendo un reflejo de lo que soy yo hoy en día. Así que ha sido como tenía que ser. Si no hubiese pandemia, hubiesen sido dos o dos años y medio y, en este caso, pues ha pasado un poquito más el tiempo, pero lo importante es que el disco está ahí y la realidad es que esas canciones se van a quedar ahí para toda la vida, que a veces cuesta asimilarlo, pero me van a acompañar hasta que me muera ya.
P: Y después.
R: Bueno, ojalá después, eso será señal de que habrá gente que, cuando yo desaparezca del planeta, siga escuchando mi música.
P: Obviamente que sí. Al final, es lo que te estaba diciendo, en este disco se nota mucho el cambio de sonido, la experimentación y, digamos, una evolución. Al final, con el tiempo, uno aprende: se va nutriendo de lo que ya ha hecho, de lo que va consumiendo… Así que claro que se nota. En promos anteriores, contaste que este disco lo escribiste en pandemia y que fue en una racha un poco ‘oscurilla’, digamos. ¿Te ha ayudado el disco a sacar todo aquello que te lastraba o que no te dejaba estar bien?
R: Hombre… Ha sido, sin duda, como una terapia, como mi autoterapia. Creo que expresar uno lo que siente y cómo lo siente ya, en ese momento, te está ayudando, de alguna manera. Y, probablemente, me va a empezar a ayudar mucho más desde el momento en que eso se publica, porque ya hay gente al otro lado escuchando. Me parece súper importante escuchar hoy en día. Con el ritmo tan frenético que llevamos, encontrarte a una persona que se pare cinco minutos a escucharte me parece increíble. Entonces, saber que hay gente al otro lado, escuchando, o gente que puede conectar con lo que yo estaba sintiendo en ese momento es como que “Vale, ¿tú estás sintiendo lo mismo que yo? Pues ya somos dos”. Nos estamos dando la mano y vamos en la misma dirección para tratar de salir de esto. Así que, espero que… Bueno, a mí ya me ha ayudado. Espero que me siga ayudando, lógicamente, a superar cosas: seguridades o inseguridades que todos tenemos. Y, por supuesto, espero que, si alguien está al otro lado y le están ayudando estas diez canciones desde hoy para superar algún momento determinado… Pues doy gracias, porque es uno de los objetivos del disco también, ¿no?
P: A mí, por supuesto, me ha ayudado a superar las siete horas de viaje, porque se me han hecho mucho más amenas.
R: [Risas] Pues mira, solo con eso ya ha servido de algo.
P: Justamente, en la primera canción del disco dices “Días tristes, temas privados”. ¿Has escrito todas las canciones en días tristes? ¿O también escribes cuando estás contento?
R: Escribo cuando estoy contento, pero muy poquito, muy poquito.
P: Es mucho de cantautor eso, ¿eh?
R: Yo normalmente lo que hago es… Trato de aprovechar el tiempo porque, claro, afortunadamente, no todos los días son tristes. [Risas] Entonces, para ser productivo, trato de aprovechar el tiempo y los días esos que estoy muy contento los dedico más a investigar a la hora de producir esas canciones, de vestirlas, de retocar melodías, de retocar, por ejemplo, alguna rima que creo que es mejorable, alguna métrica… Entonces, dedico más creo que la parte creativa del folio en blanco a los días un poquito más oscuros y más de bajón o más tranquilos, y los días un poco más de euforia están más destinados a coger las canciones y hacerlas un poquito más grandes, un poquito mejores, que sean un poquito más grandes.
P: Es una buena forma de organizarlo, pero, sinceramente, canciones como ‘La Novena’ o ‘Mango y Menta’, que son así más picantonas, atrevidas… ¿También las escribes triste? ¿Cómo se saca ese toque de erotismo cuando estás triste?
R: No sé. Yo que sé. No tengo ni idea, la verdad. O sea, si supiese, te lo diría. [Risas] Pero sí que creo que hay… Fíjate, creo que se nota a la perfección en canciones como ‘La Novena’ lo que te decía. Y es… ‘La Novena’, el contenido de la letra, las estrofas, es muy triste. Y, sin embargo, creo que he tratado de adornar esa oscuridad en las letras con una producción o vestirlas de forma más animada o más alegre o más activa en días un poquito más felices. La letra de ‘La Novena’, en la primera estrofa, dice “Han vuelto las nubes negras, los lirios y las violetas ya no crecen aquí. Mi cara es la cruz de la suerte”. El fondo de eso es súper oscuro, lo que hay detrás de eso. Entonces, lo único que se me ocurría para tratar de darle un puntito de color era “Vamos a tratar de, con la melodía, con la producción, darle un pelín de ritmo”. O ‘Anoche seguías brillando’, que es la canción que abre el disco, dice “Me siento solo y he puesto un ritmito que anime mi vida”. Y, realmente, va un poco de eso, es decir: “Estoy hundido en la mierda y la música es lo único que puede hacerme salir adelante”.
P: Claro, pero eso es un poquito trampa, porque es de esas canciones que, cuando estás contento, te pones y te animan; pero, si estás triste y te paras a escuchar la letra, dices… Ostras.
R: De eso va el disco.
P: Y ¿en qué momento se te ocurre mezclar fútbol y amor en ‘La Novena’? ¿Eres del Madrid?
R: Soy del Madrid, pero soy del fútbol en general. A mí me encanta lo que transmite el fútbol, a mí me encanta que, de repente, la cámara haga un plano del público y la gente esté mordiéndose las uñas, llorando, emocionada… Eso me parece fascinante. O sea, todo lo que sea ver a gente emocionada me encanta. Y, en este caso, el tema del fútbol con ‘La Novena’ viene porque tengo un recuerdo muy marcado de cuando el Madrid ganó la novena Copa de Europa, que yo estaba delante del televisor… Un momento de euforia mío, ¿no? [Risas] Y, por momentos, me recordó a un momento de éxtasis súper bonito con una persona, una relación con una chica. Y bueno, me pareció bonito decir que fuimos el Madrid ganando la novena.
P: Bueno, y ahora que tienes nuevo disco del que fardar, ¿qué tema tuyo recomendarías a alguien que no te haya escuchado o que quiera empezar a hacerlo?
R: Pues yo, si te digo un tema, mentiría… Puede ser que mi ojito derecho del disco -puede ser, pero no debería decir esto- sea ‘La Novena’ porque tiene muchos ingredientes que me gustan, nos hemos permitido el lujo de hacer que la canción dure cinco minutos y pico y meter un solazo de saxo ochentero al final.
P: Pero no se nota, no se hace larga la canción.
R: Me alegro de que me digas eso. Así que, quizá… A lo mejor es mi ojito derecho, pero no sé, yo les diría que le diesen al play y que empezasen por ‘Anoche seguías brillando’ y que aguantasen hasta donde puedan. Si aguantan los 37 minutos y las diez canciones, de maravilla, y, si lo escuchan como por fascículos, en píldoras, maravilloso también.
P: Ahora que cada vez se sacan menos discos, que se sacan más singles y, además, cada vez se sacan menos ediciones en físico, tú has sacado hasta una totebag para la preventa. ¿Han tenido una buena acogida el disco y la preventa?
R: Pues no lo sé, sinceramente. Porque, como el lanzamiento es hoy, y el disco está por primera vez, creo que abrieron los centros comerciales hace 10 horas. Perdón, ¿3 horas? Aproximadamente. El disco está colocado para poder comprarlo hace 3 horas. [Risas] Entonces, yo creo que, hasta que no pasen unos días, no veremos cómo está el formato físico. Evidentemente, el disco está complicado, pero bueno. Mi granito de arena está en poner de mi parte para que se siga fabricando, y ojalá podamos fabricar una edición vinilo, aunque sea como objeto de coleccionista, prontito.
P: Se está poniendo mucho de moda y, de hecho, soy el primero que compra más vinilos que discos.
R: Pues sí, ojalá se mantenga. Me parece que es un objeto que no se puede perder nunca. Y bueno, veremos… Estamos atados a lo digital hoy en día, que está muy bien, también. O sea, todo está bien, pero bueno, que eso no nos haga perder lo material y lo que es tangible.
P: Pues sí. Y hablemos un poquito de la gira. Primero, te quería preguntar, porque subiste una publicación de que esta tarde presentabas el disco en El Corte Inglés, pero fui a buscarla y ya no estaba. ¿Ha pasado algo en la presentación, se sigue haciendo?
R: Pues… [Mira a su manager] ¿La mantenemos? ¿Hacemos la firma hoy por la tarde?
P: Uy, no sé si estoy metiéndome en terreno pantanoso.
R: No, no, si nosotros te contásemos… Pero esto es como todo, como todas las salidas y publicaciones. A veces nunca sabes 100% si se puede llegar a hacer, pero nos han confirmado que se puede hacer, así que esta tarde en El Corte Inglés de Goya, estaremos allí firmando y, si nos dejan, cantaremos una canción, aunque sea en la calle.
P: Y ¿hay alguna ciudad más? Por allí, por Barcelona, te estamos esperando.
R: A ver, lo que es seguro, y eso está clarísimo, es que vamos para gira. Y, además, me encantaría sobre todo que la gente viniese, porque es donde se van a escuchar las canciones más vestidas, más arropadas y, sobre todo, que va a haber un intercambio claro entre lo que está pasando encima del escenario y lo que está pasando debajo. Así que, bueno, allí estaremos, en Barcelona, presentando la gira en junio, que las entradas ya están a la venta. También en Santiago, en Madrid, y luego continuamos la gira en más ciudades. Y que la gente se anime, que yo creo que lo que se vive en un concierto no se vive en ningún otro sitio. O sea, escuchar los discos es maravilloso, escuchas todos los matices y demás, pero uf… Lo que pasa en un concierto…
TOUR 2022
— Fredi Leis (@FrediLeis) April 8, 2022
🎫 ENTRADAS ya a la venta aquí:https://t.co/zZtM9FCLIX
Presentación nuevo disco 🤍📀
• Santiago 11 junio
• Barcelona 16 junio
• Madrid 18 junio
• Valencia 16 septiembre
• Murcia 17 septiembre
• Sevilla 29 septiembre
• Málaga 30 septiembre
• Bilbao 15 octubre pic.twitter.com/v4F7AjsPkr
P: Claro, la sinergia que se crea allí y todo… En una entrevista del año pasado, en Vibra Mahou, decías que teníais unas ganas tremendas de volver a los escenarios. ¿Qué tenéis preparado para la gente que vaya a veros?
R: Pues lo que tenemos preparado, o lo que estamos ensayando, es pasárnoslo bien en el escenario. Creo que hemos dado con la clave, y es esa. No es que la canción suene con el volumen de guitarra adecuado y el sonido adecuado. No funciona eso. Eso está muy bien para hacer que las cosas cambien un poquito a mejor y demás. Lo que mejor funciona es que nosotros, en el ensayo, consigamos pasárnoslo bien. Si, después, eso pasa, normalmente los conciertos salen bien; porque la gente se empapa. Yo soy el primero que voy a ver un concierto y, al final, me empapo de la energía que hay encima del escenario. Me da exactamente igual que el cantante desafine una nota, se olvide de la letra o que al guitarrista se le desenchufe un cable. Eso, si suena perfecto, a lo mejor no me transmite nada. Lo que quiero es realidad. O sea, lo que tratamos de hacer, por ejemplo, nosotros es no ir atados a una métrica determinada que hemos pactado en un ensayo. Hay canciones que en el disco duran tres minutos y que en los directos están durando siete… Porque nos dejamos llevar por lo que está pasando en cada momento. Si el estribillo tiene que durar el doble, va a durar el doble. Si, de repente, como nos entendemos muy bien, yo levanto la mano, eso quiere decir que la banda baja intensidad, el público va a empezar a dar palmas y, de repente, miro al batería, empiezo a hacer este gesto [Rueda su mano en el aire] y volvemos a lanzar otra vez la canción… O sea, ese tipo de cosas, de improvisaciones, son necesarias, y solo se van a vivir en un directo. Entonces, por eso animo a toda la gente. No que -por supuesto, me encantaría que venga a ver los míos-, pero que vayan a ver los directos del resto de bandas que vengan a España, que viajen, que cojan un avión si pueden, y que vayan a ver conciertos en directos. Eso es inigualable.
P: La música en directo se tiene que defender muchísimo. ¿Irás con la misma banda con la que ibas antes, sois los mismos de siempre?
R: Los mismos, los mismos amigos de siempre.
P: Entonces, se debe crear ahí una sinergia que, obviamente, el público tiene que acabar sintiendo. Así que… Ya, para acabar, una única pregunta más: ¿serán esas ocho ciudades, estáis barajando alguna más…?
R: Sí. O sea, esto para nosotros es -o, por lo menos, yo lo veo así- la gira presentación. Además, está hablado. Eso es como “Vale, os vamos a contar de qué va el disco en estos ocho conciertos”, pero, por supuesto, mi intención es repetir en todas estas ciudades un poquito más adelante y añadir todas las que podamos. Y, si se da la oportunidad -que me encantaría- de, incluso, llevar este disco a otros países, a por ello. Creo que es un disco que tiene recorrido, que nos permite hacer un repertorio bonito y animado que no solo englobe estas canciones nuevas, sino también canciones anteriores que a alguna gente le puedan gustar… Así que, bueno, creo que es una gira que nos puede permitir pasárnoslo bien y que ojalá también al público.
P: Ahora sí que sí, la última, ahora que has dicho esto: de las canciones de ‘Neón’, ¿cuál es la canción que no se puede quedar fuera de la gira? Entiendo que más de una, pero la que sea imprescindible.
R: Yo creo que eso, normalmente, en mi caso lo marca el público. Es decir, no puedo subir a un escenario y no cantar una canción que sé que a la gente le ha gustado. Y, gracias a las redes sociales y al feedback que te dan si tiene más visitas o mensajes que te llegan… Yo de las visitas no me guío mucho, la verdad. O sea, me guío más por mensajes: “Oye, esta canción me ha gustado” o “Pues gracias a esta canción he conocido a nosequién” o “Me he enamorado gracias a escuchar esta canción”… No sé, cosas de este tipo, que me encanta recibirlas, pues ahí las tienes que incluir. Pero ‘Mariposas’, por ejemplo, que es una canción que está en ‘Neón’ y que tenemos que tocarla. También ‘Estrellas Fugaces’, que ha funcionado muy bien, o ‘Sálvate’, que también ha funcionado muy bien y noto que en los conciertos funciona… Entonces, son canciones que hay que incluir siempre. Es como si voy a ver, no sé, un concierto de mi queridísimo Bruce Springsteen, que me encanta, y no me toca uno de sus hits. Pues diría yo “Joer, me pondría a dar gritos hasta que lo tocase”. O llevaría una pancarta para que lo cante.
P: Tomamos nota: si queremos alguna canción en tus conciertos, pancarta.
R: O no hace falta, ¿eh? [Risas] Si me la gritáis, si me gritáis “¡Toca esta!”… Es probable que, a lo mejor, no la hayamos ensayado y no podamos tocarla. Pero, si está ensayada más o menos, un mínimo de ensayo, la tocaremos seguro.
P: Bueno es saberlo. Por nuestra parte ya hemos acabado, así que muchísimas gracias. Y esto, muchísima suerte con el disco, con la promoción, con la gira y con todo lo que venga después, que seguro que será muchísimo.
R: Muchísimas gracias, y lo dicho, que espero haber estado con mis respuestas a la altura del viaje y de los kilómetros que has hecho. [Risas]