Como ya se pudo ver en el trailer, nos encontramos ante una película que tratará de adentrarnos en la tensión e, incluso, el miedo. Para ello, se nos narra la vida de una pareja que vive en un monte junto a otros vecinos; será de camino a casa donde encuentren a una niña desorientada en medio de la carretera que desencadenará toda la trama y tensión ya mencionada.
Es una película que recomiendo ir a ver sabiendo lo mínimo sobre ella, pues (ATENCIÓN, PEQUEÑO SPOILER) se desarrolla entorno al trastorno mental que puede tener la niña y de ahí crea una trama que gira en torno a las acciones de esta, pero pasará a dar un giro inesperado que, por estar bien ejecutado en el guion, continuará la tensión sin cortar el hilo de todo este embrollo.
A pesar de todo lo mencionado, le falta algo para que termine de ser una muy buena película. Es un guion bien escrito que engancha desde el principio, pues no se puede negar que quedas inmerso en la película, pero no consigue alcanzar un efecto tan fuerte como para que genere sensaciones extraordinarias, cuyo logro significaría la creación de una “proeza” cinematográfica.

Acompañan mucho a la película las grandes actuaciones, destacando las de las protagonistas: Elena Anaya, actuando como Paula; y Eva Tennear, que hará de la niña pequeña que encuentra la pareja al inicio de la película, actuando de una manera magistral ante un papel difícil de ejecutar a pesar de su edad. Ambas actrices consiguen atraer al espectador a esta historia a través de su buena ejecución y su química en pantalla.
Asimismo, debemos mencionar una dirección de fotografía sencilla, pero que hace que se consiga esa inmersión del espectador en la película. Esto se realiza a través de colores poco saturados y con una luz, por lo general, apagada y con poca fuerza. A pesar de que no es una película con sombras muy duras, a excepción del final, sí que se verán a lo largo de todo el largo. Nos encontramos ante un ambiente nublado que en muy pocas ocasiones nos dejará ver la calidez de las luces amarillas, haciendo acto de presencia tan pocas veces como los momentos amables de la película.

La dirección de arte hace un buen trabajo creando los espacios, aunque creo que se tiende un poco a recrear espacios típicos que no sobresalen. A pesar de ello, sí creo que destaca el ambiente tan sobrio que se genera en la casa de uno de los vecinos a través de los colores y los espacios tan abiertos.
También cabe destacar la postproducción, pues los cortes, junto a la selección de los planos y su orden creo que es la acertada. A pesar de ello, es una película que destacará por su imagen, pero no por su sonido, pues se hace algo bastante básico y con pocas intervenciones extradiegéticas; es decir, se recurre únicamente a los sonidos del propio ambiente. Por un lado, esto quiere decir que se genera una tensión creada en un solo plano, el de la historia, afirmando de esta forma su buena ejecución en cuanto a guion; pero, por su parte, también hará que no deba destacarse nada en especial, pues no nos encontraremos recursos sonoros que despunten.
Como conclusión, es una película fácil de ver que no aburrirá al espectador en ningún momento y, para ser la primera entrega del director, es muy buena. Aun así, no será una de las que te hacen salir del cine con la cabeza dando mil vueltas, intentando procesar lo que ha sucedido. Más bien, todo lo contrario, pues se dan un principio y un fin muy cerrados que dejarán la tensión a un lado en cuanto aparezcan los créditos, aunque dejará un buen sabor de boca.