Morat ilumina el Palau Sant Jordi

Morat
Foto: Alèxia Camó
El pasado 2 de septiembre, Morat se presentó a un Palau Sant Jordi con muchas ganas de dejarse la voz con cada canción. En Arritmo te contamos todos los detalles de este show para que puedas sentir lo que se vive en uno de sus conciertos.

Cuando nadie nos ve, mostramos todo el amor que llevamos dentro. Si no, que se lo cuenten a los presentes en el ‘Morat World Tour’ de Barcelona. Cada rincón del Palau Sant Jordi derrochaba un sinfín de muestras de cariño que hizo que la noche fuera aún más especial y que la gente viviera el concierto en todos los sentidos. Y así fue.

Simón Vargas
Foto: Alèxia Camó

No eran las 9 cuando el público ya gritaba y aplaudía eufórico con ganas de dar la bienvenida a Morat. Pero aún quedaba gente por llegar y algún que otro minuto para dar paso al inicio del concierto, los rezagados de última hora estaban llegando a un recinto que ya no podía esperar ni un segundo más. Pasaban 5 minutos de la hora prevista y los allí presentes empezaban a encender linternas y hacer ruido para que el conjunto colombiano saliera al escenario. Y fue justo en ese momento que se apagaron las luces y empezó la cuenta atrás.

Cae la cortina y aparecen Morat dando inicio a esta noche a ritmo de ‘Besos en guerra’, un temazo para iniciar y atrapar a todo el público allí presente. Era mirar alrededor y ver a gente cantando a pleno pulmón y bailando como si de una clase de cardio se tratara. El concierto siguió a un nivel difícil de alcanzar con ‘Maldita Costumbre’, ‘Al Aire’ y ‘Porfa no te vayas’, que fueron acompañadas de los bailes de Simón Vargas a los que ya nos tiene acostumbrados y que estuvieron presentes durante todo el show. Una entrega y una buena vibra que contagió a todo recinto.

Tras esta apertura, dieron la bienvenida y agradecieron a todo el público que se había movilizado para asistir y acompañarles en esta noche tan especial. Una vez hechos los saludos, siguieron con ‘Aprender a quererte’, que en directo que sonó incluso más intensa y que, acompañada de las linternas de los móviles de los miles de fans que llenaban el Palau, nos atrapó aún más si cabe.

Llegó el momento de quitarnos la coraza y sacar toda esa sensibilidad entonando ‘Primeras Veces’, ‘Mi Suerte’ y ‘Idiota’, temas que nos hicieron sacar todo lo que llevamos dentro. Y es que todos necesitábamos ese momento para reconectar con nosotros mismos.

Seguimos emocionándonos con ‘No merezco volver’. En ese momento, el Palau se iluminó para acompañarles en una canción tan cargada de sentimientos.

Juan Pablo Isaza
Foto: Alèxia Camó

Cuando nadie se lo esperaba, Juan Pablo Isaza se quedó solo en el escenario -él y un piano- presentando ‘Si la ves’, una canción que aún no ha salido dedicada al amigo en común, ese que conoce toda la información sobre la relación y da un punto de vista más realista. Confesó que “A veces nos dejamos llevar por las emociones, pero es muy importante ser un buen ex”, palabras que fueron muy aplaudidas por el público.

Al acabar este speach, aparecieron los componentes de la banda en un escenario situado en medio de la pista, donde tuvieron unas palabras para todos los fans que les escriben. “Os escuchamos y os leemos”. Y lo demostraron sacando al escenario a un fan para cantar con ellos ‘Valen más’.

En ese mismo escenario, cantaron ‘Mi vida entera’, con la que bailamos, tan solo bailamos. Mientras el público seguía bailando, Juan Pablo Villamil se quedó solo para darle voz a ‘Enamoráte de alguien más’, canción que nos hizo romper en un mar lágrimas.

Aún con las emociones a flor de piel, tuvimos tiempo de seguir dándolo todo con ‘Ladrona’ y ‘A dónde vamos’. Con los aplausos que se desencadenaron con este último tema hicieron vibrar todo el estadio. No es para menos, el público estaba entregadísimo y preparado para acompañarles en el nuevo single, ‘506’, su segunda colaboración con Juanes. 

Se iba acercando el final del concierto, pero había muchas ganas de seguir entonando sus canciones. Y es que no podían irse sin interpretar temas como ‘No se va’, ‘Cuando nadie ve’ y ‘Amor con hielo’.

Sin embargo, aún quedaba tiempo para gritar hasta quedarnos sin voz la parte interpretada por Duki en ‘París’. Un momento que sin duda permitió desahogarse a todos los presentes. Después vino el turno de ‘Llamada perdida’, que nos hizo querer llamar a esa persona aunque fuera en vano.

Y, ahora sí, se hicieron de rogar un poquito, pero cerraron el concierto con un entregadísimo ‘Cómo te atreves’. Sacaron toda la artilleria: fuegos, luces, etc. para poner el broche final a una noche de ensueño. El público se dejó el alma en este último tema y el concierto terminó con un saludo de agradecimiento de todos los miembros de la banda y un aplauso interminable por parte de todos los que disfrutamos de una noche llena de emociones.

Pese a que las luces seguían apagadas, y con la esperanza de que cantaran una última canción, el público fue dirigiéndose a la salida. Viendo que los asistentes iban retirándose encendieron las luces. El viernes el Palau Sant Jordi brilló con luz propia, se iluminó un recinto lleno de personas dispuestas a derrochar amor. Ojalá así todos los días, ojalá así todos los conciertos. Morat, Porfa no te vayas de Barcelona.