‘Placeres y Pecados’ es el octavo disco de Vanesa Martín. Doce historias que conjugan el amor y desamor más puros, haciendo que se te remueva el alma durante toda su escucha, y es el disco sin duda más diverso, diferente y rompedor de la artista malagueña. Producido entre Madrid y Miami, suena a la Vanesa de siempre, pero nos presenta a una Vanesa renovada, a una que estaba oculta y que se ha presentado a lo grande.
A Vanesa la magia no se le agota nunca, y acaba de desvelar el último de sus trucos, un disco de subidas y bajadas, el as que todo mago se guarda en la manga, un disco vitamina. Un disco de amar y soltar. De dejar ir a quien quieres porque llegas tarde a ser quien buscaba. Un disco que sin dudas rasga corazones y vestiduras, que deja que la artista te desnude su alma y conozcas sus pecados y sus placeres pecaminosos. En definitiva, que conozcas otra capa más del corazón más especial de la industria musical.
Fuente: RLM
‘Quién lo diría’ hace que el inicio del disco sea pura vitalidad y luz, un medio tiempo de estribillo memorable y producción de Tato Latorre; ‘Dos erizos’ habla del daño, de salvarnos a pesar de saber que estamos a punto de rompernos, de como dos personas se quieren pero no pueden ser y lo hace con una cuidada producción y un potente estribillo que no olvidarás fácilmente; a veces, las relaciones tienen un ‘Punto y Coma’ y así lo explica la artista en un tema emocionante. Después, llegamos a ‘Imán’, una de las canciones más dolorosas y crudas del álbum, una de esas canciones que con solo el primer acorde eriza la piel; para situarnos en ‘Marzo’, un tanguillo de Cádiz que nos invita a descubrir un nuevo registro de la cantautora malagueña; ‘Dinamita’ aterriza para hacernos bailar y sudar la piel; ‘Verano Eterno’ es un tema vitalista que representa el alma más pop del disco, con un beat que no olvidarás fácilmente y un estribillo memorable y bailable.
“Maldito imán, de las cosas difíciles, de momentos difíciles”
‘Imán’ una de las joyas del álbum, tan cruda como emocionante, es un tema que consigue erizar la piel desde el primer segundo; y llegamos a una de las sorpresas del disco, ‘Toscana’ que es refrescante, pegadiza, diferente, y es que aquí descubrimos uno de los temas más distintos de la malagueña que ha sido producida por Vitto & Renzo; ‘Cuando no estabas’ es emocionante, uno de esos temas que sin duda va a crecer en el directo, y que nos hace descubrir una capa más del corazón de la cantante; ‘Álgebra’ es, en cambio, la sencillez y emoción en canción y el cierre de oro a un disco memorable.
Si pudiera volver, borraría cada error
Este tema, compuesto en México junto a Jesse & Joy es uno de los más emocionantes del disco. Es sin duda uno de los puntos fuertes del álbum, ya que encontramos una canción redonda de principio a fin, con un estribillo demoledor y una interpretación de ambos artistas verdaderamente emocionante, donde empastan a la perfección.
Además, la letra es de esas que impactan desde la primera escucha y emocionan, porque todos alguna vez hemos querido tanto a alguien que lo hemos dejado marchar, porque al final esa es una de las mayores muestras de amor, y porque al final siempre hemos deseado borrar errores que nos permitirían volver a aquel lugar donde fuimos felices y donde quisimos y fuimos queridos. A todo eso le pone música ‘Si Pudiera’.
‘Mejor de lo que contaste’ y el vibrar diferente
La crudeza hecha canción es este medio tiempo, que va creciendo a medida que avanza, tanto en letra como en melodía, y, sin duda, uno de los temas que más sentimientos ha despertado en mí desde la primera escucha. Es una canción que deja el corazón blandito, que emociona a cada acorde que suena y que te rompe hasta lo más profundo con cada demoledora frase.
Desde el principio te pone el nudo en el estómago con ese inicio que cuenta “como la mejoría de la muerte”. Y es que sabes que es la mejoría antes del final y que no hay papeles de colores, ni fiesta, solo un dolor que te arrastra a hacerlo canción y a seguir queriendo a quien se ha marchado sin que lo vieras venir, pero que en el fondo del corazón sigue teniendo un hueco reservado para siempre.
Vanesa Martín, un nombre que grita música en cada una de sus letras, que sabe reinventarse y reinventarnos, porque escucharla a ella es sentirse más vivos que nunca. Transitar a través de sus placeres más ocultos y de sus inconfesables pecados nos hace descubrir los nuestros propios. Ella es fuerza, sensibilidad, querer, es imprevisible, pasional… y podría seguir describiéndola con infinitos adjetivos, porque cada disco nos enseña un pedacito más de su alma, esa que vive para poner música a los sentimientos.
Vanesa Martín es sueños, porque a la vez que cumple los suyos, nos ayuda a querer lograr los nuestros. Este año tuve la suerte de charlar con ella y de abrazarla y su abrazo es un abrigo al alma, al igual que sus canciones, y sus palabras capaces de sanar cualquier corazón roto, porque ella es un alma libre, tan libre que suelta y sigue adelante, que te acaricia a canciones y te rompe a la vez que se rompe, que te provoca y remueve, pero a la vez te acaricia el alma, es el puerto al que llegan nuestros corazones desgastados y la luz que nos guía, a la vez que el refugio de las almas rotas que transitan de nuevo gracias a su música.
Tenemos suerte de compartir tiempo con ella y de que sea la encargada de escribir sobre el amor, tan puro como doloroso, de los sentimientos y de la vida, esa que llega, te llena y te lleva por donde no has pensado y que te invita a cumplir placeres y a pecar con ellos.