‘Voy a pasármelo bien’, una nostálgica comedia romántica a ritmo de los Hombres G

Voy a pasármelo bien
Fuente: Sony Pictures
La nueva apuesta española de Sony Pictures, una comedia romántica sencilla y cercana ubicada en la ciudad de Valladolid entre los años 1989 y 2022, llegará a todos los cines del país el próximo 12 de agosto. En Arritmo te contamos todo sobre 'Voy a pasármelo bien' antes de su estreno para ir haciendo boca.

A mí los walkmans me pillan lejos. También los Hombres G -aunque los walkmans murieron y los Hombres G siguen sonando en cada fiesta-. Cuando era pequeño y algunas veces sonaban ‘Voy a Pasármelo Bien’ o ‘Sufre Mamón’ en la radio, mi madre recordaba, con la cara colorada, cómo bailaban ella y sus amigas los temas de los Hombres G en la discoteca y cómo tantas mujeres se morían por los huesos de David Summers. A ella no le gustaban, decía, le parecían “pijos”, y arrugaba el morro. Mi padre, en cambio, sí los escuchaba, y se venía arriba en el coche con sus temas, recordando cuando iba por la calle con su walkman escuchando a las bandas emblemas de la época. Entre risas solían comentar que normalmente era al revés. A mí me era indiferente, la verdad: aquello me pillaba lejos y todas las canciones me sonaban bien, aunque sonasen viejas.

Cuando entré, escéptico, a la sala de los Cines Balmes para ver la última apuesta de Sony Pictures, Voy a pasármelo bien, una película al ritmo de los Hombres G, aquella escena me vino a la mente. Sin saber qué esperar -y con miedo de encontrarme un denso Mamma mia ‘a la española’-, me senté en mi butaca y esperé a que la pantalla se iluminase. Para mi sorpresa, 5 minutos y un flashmob al ritmo de ‘Voy a pasármelo bien’ -muy bien montado, cabe decir- fueron lo único que hizo falta para relajarme y disfrutar de la que promete ser la comedia romántica del verano. Voy a pasármelo bien se estrenará el próximo 12 de agosto en todas las salas de cine españolas para ayudar a aguantar el último empujón del calor veraniego.

La historia de Voy a pasármelo bien

En resumidas cuentas, David (Raúl Arévalo) es un chico que creció en Valladolid, ciudad que lo crió y en la que montó una librería con la que se gana la vida. Layla (Karla Souza), su primer amor, en cambio, ha triunfado en México en la que era su pasión desde pequeña: el cine. Un día, de repente, Layla manda un mensaje a David para decirle que vuelve una semana a Valladolid para asistir a un importante evento y que le gustaría verle. El mensaje de la cineasta, a simple vista inofensivo, desencadena el reencuentro de David con sus viejos amigos y un aluvión de recuerdos de la época en la que conoció a Layla. Por las calles de la ciudad castellanoleonesa, David, Layla y los que fueron los Pitus -los amigos de David- van recordando todo aquello que vivieron de pequeños. Más concretamente, la historia entre Layla y David.

Voy a pasármelo bien
Layla y David | Fuente: Sony Pictures

Voy a pasármelo bien no es una superproducción: no hay superhéroes, no hay metrópolis ni explosiones. Hay una íntima historia de amor y amistad -con su trágico toque de desamor- en la humilde ciudad de Valladolid que transcurre a dos tiempos. Esta comedia romántica dirigida por David Serrano alterna entre el pasado y el presente y narra la historia de amor infantil entre David (Raúl Arévalo/Izan Fernández) y Layla (Karla Souza/Renata Hermida Richards), mostrando a su vez cómo se conocieron cuando tenían 12/13 años y cómo se reencuentran más de 30 años después.

Una trama sencilla, pero atractiva

La de Voy a pasármelo bien es una trama sencilla, que además sucede en la modesta ciudad castellanoleonesa de Valladolid y está protagonizada por gente corriente. Así, conectar con los personajes y sus historias no es difícil: ¿quién no ha querido aprender a conquistar a una chica en el cole y hacer frente a los abusones? ¿Quién no se llevó su primer chasco en el amor -sin saber siquiera qué era eso- entrando en la adolescencia? O ¿qué se siente al reencontrarse con un primer amor años después? Todo eso, sin exceso de dramatismo y de una forma para nada hollywoodiense, hace de Voy a pasármelo bien una película cotidiana, con la que todo el mundo, de un modo u otro, puede acabar simpatizando para hacer propia la historia de David.

Voy a pasármelo bien y los Pitus

¿Es el amorío entre Layla y David el motor de todo lo que sucede en la película? Sí. ¿Monopoliza la trama? Para nada. Todo lo que hace el David de 13 años (Izan Fernández) lo hace aconsejado por Fer (Michel Herráiz), el repetidor de la clase, que decide aliarse con él a cambio de que le ayude a aprobar -aunque el pobre no dé una- para conquistar a Layla (Renata Hermida Richards) y defenderlo de los abusones. Pero con ello arrastra a los Pitus, su grupo de amigos, y los desastres que arman entre todos son tronchantes. El equilibrio entre humor, amor y música en Voy a pasármelo bien es impecable. Se trata de una nostálgica conexión entre dos épocas distintas, pues el David de más de 30 años no solo se reencuentra con su primer amor, sino que también vuelve a juntarse con los ya creciditos Pitus, que reconectan con su infancia.

Voy a pasármelo bien
Los Pitus | Fuente: Sony Pictures

Es también muy gracioso ver desde fuera cómo, en algunas escenas, los Pitus juegan a ser mayores: David, de hecho, en una escena le dice a su amigo Paco (Rodrigo Díaz) que él ya tiene 13 años y que disfruta más con las chicas que jugando a juegos. Los Pitus incluso montan una fiesta en casa de Paco con alcohol de por medio para que David pueda besar a Layla. Por desgracia, la fiesta acaba con Paquito sufriendo un exagerado y gracioso ataque de ansiedad al ver su casa destrozada.

De época en época

Algo a destacar también del filme es la ambientación de época. Aunque no cabía esperar menos de Sony. Andrea, mi compañera, comentaba fascinada a la salida con los demás periodistas lo sencillo que era ser original en la producción de una película, y cómo el equipo de Voy a pasármelo bien lo había conseguido. Los saltos temporales entre el ahora y el pasado no son para nada forzados, y se enlazan maravillosamente cuando el David adulto revive algún recuerdo y se nos presenta dentro de la misma escena. Además -y esto se lo robo a los compañeros con los que charlamos al salir del cine-, hay elementos míticos de la época, que realmente están muy bien situados y escogidos para situar la parte del pasado en finales de los 80: las Galerías Preciados, el éxito de Perales, los walkmans, las escuelas

Un elenco sorprendentemente bueno

Entre los actores adultos podemos encontrar caras ya conocidas del cine español e internacional: Raúl Arévalo, Dani Rovira o Karla Souza tienen ya su corrido en la industria de la interpretación. Además, el que interpreta al padre del David niño es el propio director de la obra, David Serrano.

Voy a pasármelo bien
Fuente: Sony Pictures

Sin embargo, el verdadero descubrimiento de Voy a pasármelo bien es el reparto infantil. Si hay que destacar a alguien, bajo mi punto de vista, la interpretación de Renata Hermida Richards (Layla niña) es impecable, así como la de Rodrigo Gibaja (Luis niño), que ameniza toda la película con su sencillo pero divertidísimo desparpajo. Por lo que a Izan Fernández (David), el protagonista, respecta, tal vez al principio se le nota un poco más cortado, pero la película avanza y el personaje y el actor acaban fundiéndose en un mismo ser. Además, los niños que interpretan a los chavales de la escuela deben tener entre 13 y 14 años, y eso ayuda a conectar muchísimo más con la historia, pues los personajes se presentan mucho más reales.

Niños cantando a los Hombres G

Si hay algo que me chirría de Voy a pasármelo bien -aunque en realidad, más que chirriarme, me resulta gracioso- es el hecho de que niños de 12 o 13 años hablen de quitarse el sujetador, de discotecas y de borracheras monumentales -temas recurrentes en los temas de los Hombres G- cuando ni siquiera saben cómo es darse un beso. Pero todos lo hemos hecho: ahora pasa con el reggaetón, que tiene a niños de 10 años hablando de perrear mientras juegan a Pokémon; antes pasaba con los Hombres G. Además, la gracia de Voy a pasármelo bien es justamente cómo la música de la banda madrileña une a Layla y a David, puesto que ambos son extremadamente fans de David Summers y su grupo. Incluso en una escena sale a flote el mítico debate que nunca dejará de girar en torno a los intérpretes de ‘Voy a pasármelo bien’: ¿son los Hombres G unos pijos o no?

Sin embargo, aunque hay momentos con bailes dignos de un musical al uso, la música en ningún momento se hace pesada y, a mi parecer, está muy bien situada. Suenan temas como ‘El ataque de las chicas cocodrilo’, ‘Voy a pasármelo bien’ (obviamente) o ‘Suéltate el pelo’, haciendo un pequeño repaso a la discografía de los Hombres G sin protagonizar así, ni mucho menos, la película.

12 de agosto en cines

Voy a pasármelo bien
Fuente: Sony Pictures

En general, lo de esta película ha sido un acierto rotundo: con los estereotipos justos, Voy a pasármelo bien regresa a la España de finales de los 80 de la mano de uno de sus grupos más representativos, los Hombres G. Con su sencillez y su cercanía, la historia de amor de David y Layla transporta a cualquiera al interior de la cinta. Sin duda, uno de los mejores estrenos españoles de los últimos años a nivel de cine familiar, recogiendo el testigo de Padre no hay más que uno y, probablemente, haciendo frente a películas como la de los MinionsVoy a pasármelo bien nos espera a todos en los cines españoles a partir del 12 de agosto para hacer más liviano el calor con una fresca comedia romántica a ritmo de los Hombres G.