
Hace un tiempo me fui a Prada a comprar unos zapatos. Estuve varias horas dando la vuelta a la tienda y mirando el precio. Calculadora en mano, repasé la lista de la compra, el gasto de luz, teléfono, los imprevistos, los litros de alcohol mensuales y dinero para calmar penas, ya que los ansiolíticos ya no me hacen nada, los laboratorios no ponen la dosis correcta, no es mi cuerpo. Finalmente, decidí entrar a la tienda y me compré los zapatos con descuento especial. Al salir, al cabo de 10 minutos, lo que era ilusión, fueron 400 euros menos en mi cuenta, la sensación de ser víctima del capitalismo más rancio y culpable por gastarme esa barbaridad. Pero no quise devolverlos.
Ya que me gasté todo el presupuesto, fui al templo de la moda low cost: ZARA. Amancio Ortega es, sin duda, una persona lista. Otros diseñan y él lo replica en Marruecos (donde, por cierto trabaja mi prima, y dice estar contenta), en la India y países que son baratos para fabricar. Aun así, voy a comprar. Si, al final, la negación de la realidad nos acompaña a todos. Al llegar a la zona MAN, me encuentro unos zapatos clavados a los que acaba de comprar en Prada, por 80 euros. Ese instante, me di cuenta que mi autoestima empezó a caer en picado. Y me sentí tonto. Saqué los zapatos de Prada y empecé a compararlos, y sin duda había un cambio abismal.
Poniéndome serio, difícil en mí, Zara es, sin duda, un negocio que ha revolucionado la moda. La posibilidad de vestir a la moda, con diseños originales y para todos los gustos. Sin que eso impacte mucho en el bolsillo. Lo importante no es llevar Prada, Armani o Zara. Todo depende con la actitud. No hay mejor vestido que la sonrisa y la educación.
Pero no olvidemos un tema importante. Hay muchas personas explotadas en el mundo por culpa de la moda. Y los consumidores somos parte de esta situación, ya que demandamos variedad en cada temporada, con unos precios muy asequibles, y eso tienen consecuencias en otras personas. Quizás tengamos que subir al carro de las nuevas tendencias en la moda, en que se apuesta por ropa sostenible con la naturaleza y con trabajadores/as con unas condiciones laborales dignas.