Pablo Moreno (Puertollano, 1996) es un cantautor que desde muy pequeño sintió la necesidad de expresar sus vivencias e historias a través de la música. Formado desde su niñez en música clásica, escribió sus primeras canciones de puño y letra con 11 años, y se atrevió a cantarlas en público a los 12. Antes de cumplir la mayoría de edad, ganó varios concursos nacionales de canción de autor y se convirtió en un nombre recurrente en la programación de las salas de cantautores en España.
Hace unos años decidió trasladarse a Madrid, donde comenzó a actuar en el reconocido local Libertad 8. Allí, el prestigioso productor Manuel Colmenero lo descubrió, y se convirtió en su padrino artístico. Después de sacar a la luz temas como ‘Ahora sé’, ‘Apaga las estrellas’ o ‘Tr3s meses’, Pablo presenta ahora ‘No me queda suelto’, un avance de su primer álbum. Este primer trabajo discográfico saldrá a la luz en otoño, y promete ser un disco muy variado, en cuanto a sonido, letras, arreglos y producción. Con motivo de este estreno, en Arritmo tuvimos la oportunidad de charlar un ratito con él
‘No me queda suelto’, una evolución
El pasado 20 de mayo, Pablo lanzaba ‘No me queda suelto’, una canción que supone un punto de cambio en su carrera y que, como él mismo explica, ha sido una sorpresa para muchos: «Hemos utilizado elementos nuevos, como unos sintes muy marcados en el estribillo o el concepto de bajo como eje central de la canción junto a la guitarra electrónica y la acústica. Si quieres transitar nuevos caminos, tienes que hacer cosas que nunca has hecho». De hecho, el cantautor señala que una de sus ideas principales con este nuevo trabajo era no repetir lo anterior, sino componer y grabar los temas a partir de nuevos conceptos y referencias.
En cuanto a la letra del tema, Pablo explica que se trata de un reproche con el cual todos podemos sentirnos identificados, ya sea con la familia, una pareja, amigos o con nosotros mismos. «Todos hemos experimentado esa sensación de que lo que das no es suficiente. Es como decirle a la persona que tienes al lado ¿qué tengo que hacer para que lo que yo te doy sea suficiente y te llene, si me siento vacío y a ti tampoco te llena?. Muchas veces nos pasa que damos mucho por algo y no estamos satisfechos con nosotros mismos».
La parte visual del single también tiene detrás un concepto muy trabajado, ya que para Pablo es muy importante que todo su proyecto artístico tenga un sentido. Aunque él mismo reconoce que la idea inicial del videoclip era otra que quizás recrea más adelante, en este podemos verle caminando solitario a lo largo de una carretera, mientras va deshaciéndose de diferentes objetos. «Al final la canción habla de eso, de que no te queda energía, amor, tiempo o ganas para dar más. Creo que cuando llegas a ese punto lo mejor que uno puede hacer es quitar lastres que llevas», explica.
Respecto a la portada, se trata de un juego visual con el rostro del propio cantautor. La idea surgió junto al director artístico y de imagen de su proyecto, Darío Prieto, con el que lleva trabajando desde hace un tiempo: «Queríamos jugar con un concepto diferente, y por eso pensamos en difuminar la cara, porque es donde un ser humano tiene más rasgos identificativos. La canción acaba hablando de eso, de cuando uno difumina lo que es por aquellas personas que tenemos cerca y nos quieren convertir o, sin darse cuenta, de manera poco sana, quieren que hagamos lo que a ellas les hace feliz, pero eso no es siempre lo que nosotros somos».
Proceso de composición
Como buen cantautor, Pablo reconoce vivir en continua creación. De hecho, afirma que no trabaja mucho el concepto de sentarse expresamente a componer, sino que intenta escribir cada día aunque sea una simple estrofa, un estribillo o una metáfora. Así, reconoce que no hay un lugar en concreto para esos momentos: «Hago canciones en mi cuarto, en el estudio, en el metro, saliendo de fiesta… Intento escribir todo el tiempo, aunque es cierto que a veces hay meses en los que no sale un buen tema, porque para ello influyen muchos factores».
En el caso de ‘No me queda suelto‘, cuenta que le sucedió algo que no le suele ocurrir, y es que compuso desde el primer verso hasta el primer estribillo en cuestión de diez minutos: «Hay canciones que son mucho más de buscar el verso y la melodía, pero esta me salió natural. La segunda parte de la estrofa y el puente ya las hice en el estudio currando mucho la canción». Además, explica que uno de sus objetivos era buscar una estructura diferente al pop clásico, y por eso la segunda estrofa hasta el estribillo es más corta, haciendo que la duración del tema sea inferior a la habitual, de 2:28.
Artista desde la cuna
Pablo es uno de esos artistas que aman la música porque entienden que es su manera de relacionarse con el mundo que les rodea. Desde muy pequeño, ha encontrado en ella la forma de conectar con su interior: «Escribo lo que siento, lo que respiro y lo que vivo. Si dejase la música, me dejaría a mí. No soy músico porque trabaje de ello, sino porque respiro música. Muchas veces me he cansado de la industria, pero eso no es música. El día que no sea parte de una discográfica o una oficina de management seguiré trabajando de la música porque es mi profesión».
Hace unos días, por su 26 cumpleaños, Pablo compartía en su perfil de Instagram una foto de niño en la que comentaba cómo poco a poco ha ido logrando aceptar todas esas inseguridades y complejos en el proceso de convertirse en la persona que siempre ha querido ser: «De él, queda todo. A veces veo fotos y vídeos, y sigo teniendo los mismos ojos de niño loco. Evidentemente la vida te va llevando por otros caminos, y uno madura, aunque intento mantenerme ingenuo en ciertas cosas. Me gusta la ingenuidad de que uno no lo conoce todo».
Próximos proyectos
El proyecto más inminente de Pablo ahora mismo es la preparación y grabación de su primer disco, que saldrá a la venta después del verano. En él, podremos encontrar desde temas más íntimos hasta canciones más potentes. Se trata de un trabajo donde el cantautor se ha esforzado mucho por encontrar una variedad y romper con esas etiquetas que le encasillan en un estilo concreto: “Hemos trabajado mucho en este álbum en que las estructuras no fueran las esperadas, y he intentado jugar con todas las capas posibles que tenía”.
Además, durante los próximos meses podremos verle en algunos conciertos que pronto anunciará, y a partir de noviembre iniciará una gira de presentación del álbum que le llevará por las principales ciudades del país: «No soy un músico de grandes plazas, sino de bares y de clubes. El hábitat de un músico no es Spotify, aunque muchos piensen que sí». Tal y como reconoce, el hecho de compartir su música en directo y que la gente se desplace por verle es para él un regalo.
Finalmente, el artista espera seguir viviendo de la música y llevar sus canciones hasta lugares desconocidos. Si le preguntan por su sueño o meta, reconoce que ayudar a otras personas con su música es lo que más le llena. «No te voy a decir que todo lo que sueño se va a lograr, porque eso no va a pasar, pero sí creo que uno puede conseguir cosas si trabaja, me lo enseñaron mis padres. Yo iba al colegio con 14 años escuchando a Andrés Suárez, y cinco años después ese niño estaba cantando con él. Trabaja, y mantén a ese niño, que a lo mejor tiene más razón que un adulto», concluye.