Del héroe al villano hay solo un paso: el dolor. Es lo único que puedo decir sin avanzar nada sobre el argumento de la nueva de Doctor Strange. Aviso, desde ya, que los spoilers empiezan aquí. Si no has visto la película de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura -qué raro suena en castellano-, te recomiendo que no sigas leyendo.
UN PERSONAJE NUEVO (Y OTROS NO TANTO)
La cuarta fase del Universo Cinematográfico de Marvel trae consigo un gran número de incorporaciones al elenco. Si para algo -además del inmenso valor que tiene a nivel productivo y narrativo- ha servido Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, ha sido para traer a la gran pantalla, de la mano de uno de los Vengadores, la presencia de personajes tan míticos como el Profesor X o el Señor Fantástico y tan desconocidos como Black Bolt. Cabe mencionar con especial cariño la aparición del Profesor Xavier, que entra a la sala de los Illuminati coreado por la música que caracterizaba la intro de la serie de los X-Men de los 90. Aun así, los cameos no son el punto fuerte de esta película, y eso ha decepcionado a algunos de los más veteranos, que esperaban que la puerta abierta del multiverso arrastrase a muchos
De la que aún no se sabía nada -y, realmente, no ha cambiado demasiado la situación- era de América Chávez. ¿Qué piensa hacer Marvel con ella? Su futuro cinematográfico es una incógnita, si bien en los cómics adopta el papel de Miss América. Sin embargo, Michael Waldron dejó en el aire en una entrevista con Vanity la posibilidad de plantear una historia individual para América. Además, Kevin Feige, presidente de producción de Marvel Studios, es conocido por no dar puntada sin hilo: de modo que, si un personaje adquiere un peso como el que adquiere América Chávez, no es cosa del azar.
Además, la joven viajera multidimensional es una magnífica -y fácil, todo sea dicho- llave de acceso al multiverso. Es un eje central en la película de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura y no cabe duda de que, dado su poder, lo será, al menos, en la cuarta fase del UCM.
SUPERHÉROES RENOVADOS
La evolución del Universo Cinematográfico de Marvel -el de esos primeros Vengadores y los primitivos Iron Man y Capitán América que todo lo monopolizaban- no la protagonizan los nuevos efectos especiales. No ha sido la aparición de nuevos superhéroes ni la muerte de otros. Los guionistas de estas últimas películas han hecho caso a los cómics y se han ido deshaciendo -aunque, cabe decir, que lo han hecho lenta y reticentemente- del ideal hollywodiense del héroe perfecto.
Que no escuchen esto los más marvelitas, pero, cada vez más, la barrera entre héroes y villanos se va difuminando -al más puro estilo DC- y, como humanos que son, sus pasiones, sus traumas, sus problemas y todo aquello que les perturba va saliendo a flote. Como decía el Tío Ben, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, pero la responsabilidad no le es inherente al poder. Esta cuarta fase del UCM deja a un lado la eterna dicotomía de héroe-villano para acercarse a una lucha del héroe con sus mayores enemigos: el peso y la mente.

UN DOCTOR STRANGE MUCHO MÁS REAL
El Doctor Strange excesivamente serio y meditabundo, libre de toda pasión terrenal, que se nos intentaba presentar en la primera película del hechicero ya no está. Desapareció del todo, de hecho, en Spider-Man: No Way Home. Aunque sigue siendo consciente de su poder y su trabajo, ahora es mucho más fácil empatizar con él: Marvel lo ha humanizado hasta el punto de acercarlo al Darkhold, que no es más que un metafórico emblema de las pasiones humanas. Strange sabe que el riesgo a correr es necesario y -aun habiendo visto lo que ha sucedido con sus yo de otros universos- utiliza el Libro de los Condenados en un intento desesperado de salvar a América. ¿Qué sucederá a partir de ahora con el tercer ojo del Strange de nuestro universo?
WANDA Y LA LOCURA
La ahora Bruja Escarlata es un claro reflejo del peligro real del peso que acarrea una heroína de su talla. Aunque toda su historia oscila entre el bien y el mal -no olvidemos que nace en el seno de Hydra y, junto a su hermano, intenta derrotar a Tony Stark-, la moraleja de esta perversión es clara: los superhéroes, ante todo, son humanos. El derrumbe de la Bruja Escarlata y su forma de sucumbir al Darkhold se sitúa entre la humanidad y la providencia, dada la leyenda que asegura que está destinada a dominar todos los universos, pero es de una potencia increíble.

Los hay quienes critican justamente esta recaída después del final de Wandavision, en el que supuestamente Wanda se rinde a la heroicidad de dejar ir al pueblo que tiene secuestrado; pero en esta recaída reside el porqué general de la película. Aunque acepta dejarlos ir, cada noche el mismo sueño -la misma conexión entre universos- le devuelve a su familia y el despertar se la arrebata. Un conflicto, a mi parecer, muy bien hilado y cuidado -dentro de las posibilidades de un filme de dos horas y seis minutos, todo sea dicho. Además, la misma trama tiene un oscuro toque feminista: el poder de una mujer, capaz de hacer al multiverso entero estremecerse. Una mujer maltratada por el porvenir marvelita: ese que, cada vez que le da algo, se lo arrebata de la forma más dolorosa.
UN FILME MENOS IDEALISTA, MÁS OSCURO
La gente muere en la segunda de Doctor Strange. Pero muere de verdad, al más puro estilo tétrico del Marvel de los cómics. A la Capitana Carter la parte su propio escudo en dos -y con un primer plano vemos cómo la vida se le escapa ante los ojos-, a Black Bolt le estalla la cabeza de una forma extrañamente gráfica… Este sufrimiento, que casi tiene hasta un toque sádico y atractivo, es el punto que le faltaba a Marvel para dejar de ser una franquicia de películas infantiles y recuperar su posición en el mundo de los superhéroes.
CUANDO UNA DIRECCIÓN BRILLANTE SE ENCUENTRA CON UN ELENCO INMEJORABLE
La dirección de Sam Raimi, combinada con la característica producción de Kevin Feige y el brillante guion de Michael Waldron hacen de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura una obra maestra. Hace un tiempo era incluso impensable la presencia del terror en un filme de Marvel. Ahora, habiendo acabado esta película, casi resulta atractivo pensar en ese punto de adrenalina -y placer- que producen la incertidumbre y el miedo.
Como no puede faltar en una película de Marvel, los efectos especiales destacan por su cuidado y su delicadeza, pero actúan en todo momento en segundo plano: el verdadero peso de la película recae en su guion, no tanto en las peleas ni las heroicas hazañas.
Y no mencionemos ya el elenco: nadie dudaba de las actuaciones de Benedict Cumberbatch o Elizabeth Olsen, protagonistas del filme. Pero ¿qué hay de la interpretación de Xochitl Gomez? Ha convertido el personaje de América Chávez en suyo, y ahora es imposible imaginársela en otro cuerpo. La interpretación -la desolación, el amor, el dolor- es brillante en todos y cada uno de los actores del reparto de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, y eso es innegable.

DOCTOR STRANGE EN EL MULTIVERSO DE LA LOCURA ABRE LA PUERTA A UNA CUARTA FASE PROMETEDORA
Así, si todo lo anteriormente mencionado lo metemos en una coctelera y agitamos hasta conseguir un cóctel uniforme, obtenemos una bebida de sabor ácido, tintes oscuros y consistencia perfecta -ni ligera ni densa.
Yo sí defiendo esta nueva cara de Marvel. Inmiscuirse en la mente de un superhéroe se hace complicadísimo cuando solo se dedica a lanzar rayos o levantar rocas gigantescas. Sin embargo, cuando se abre un poquito la puerta al análisis humano de los que se ven en la obligación de salvar -casi constantemente- el mundo, el aluvión de emociones y problemas es tan grande que puede incluso llegar a abrumar al espectador -que creo, sinceramente, es lo que le ha pasado a mucha gente.
Doctor Strange en el Multiverso de la Locura es un antes y un después en la historia cinematográfica de Marvel. ¿Qué nos depara esta cuarta fase del Universo Cinematográfico de Marvel? ¿Será un ilusorio cambio lo de esta película? ¿Volverá la trama héroe-villano o habrán cogido los guionistas de Marvel Studios el gustillo a esto de meterse en las cabezas de sus protagonistas? En Moon Knight ya se exploran los traumas y la salud mental, pero ahora solo queda esperar la llegada de Miss Marvel y Thor: Love and Thunder para ver qué les depara el destino a los superhéroes marvelianos.